Mi primera bici de marchas, costó que la compraran porque tenía una vieja BH, de segunda o tercera mano, verdaderamente vieja, pero funcionaba ¿ Por qué iban a comprarme otra?.

Mi BH de paseo, sin marchas y con piezas de otras, hoy estaría considerada como vintage, pero para mí era todo un horror respecto a lo brillantes que lucían las de mis amigos del parque. Las mountain bikes con marchas llegaban al barrio y yo presa del marketing ¡¡ quería una!!

Hasta los 18 años no llegó mi regalo y sin darme cuenta, una gran lección.

Ahora soy yo quien no ha cambiado mi vieja bicicleta, funciona ¿por qué cambiarla?.

Hace unos meses la cargué en el coche donde cabe mi vida y aquí está conmigo, a kilómetros de la casa de mis padres y tan cerca de su lección.

Su incómodo sillín, sus quejidos son de lo más familiar en un lugar tan nuevo.

Hoy pedaleo para llevar a mi hija al parque, al río o a la montaña. Pedaleo lejos del mar que la vio nacer. Pedaleo una nueva aventura y a veces sólo para ir a comprar, en la bicicleta que me regalaron mis padres.

 

la bici